Después de darle mil vueltas, finalmente me decidí a coser unas sandalias con unas suelas de esparto. Tengo los pies curiosos; demasiado estrechos para unos números, demasiado largos para otros, así que hacer mis propias sandalias es la única manera de tener un calzado que se ajusta exactamente a mi pie.
Me han resultado mucho más sencillas de hacer de lo que imaginaba, la verdad es que no tiene misterio, lo único complicado es hacer los patrones a medida, pues los que se pueden comprar son estándar y seguiría con los mismos problemas habituales para calzarme!
Eso sí, como buena primeriza tiene sus buenas amaikadas... he utilizado dos telas. Una, la principal, de florecitas en fondo rojo y otra con un estampado de puntitos en fondo gris oscuro. Mi idea era que la plantilla fuera gris. Es obvio por las fotos que la cosí al revés, dejé la parte gris bien escondida!
Luego me curré una preciosa tira con un botón forrado para abrochar la sandalia. Bien, por lo visto olvidé que hay que calcular las dimensiones del botón, y como el cordón no es elástico, aquello no hay quien lo abroche y desabroche! Un botón más pequeño no habría destacado, y no entraba en mis planes repetir las tiras...
Lo solucioné con un snap en el otro lado... así que el botón forrado para a ser meramente decorativo.
De momento son cómodas, por primera vez mi pie va sujeto y no baila en el calzado, jajaja! Son excesivamente cuquis para mi, pero la idea es ponerlas con una prenda que aún está en proceso...
Con este calzado me voy a RUMS...